Antes de comenzar la reflexión, me gustaría compartir un vídeo que refleja de una forma muy original, la pesada carga que tienen los estudiantes, para enfrentarse al sistema, hacerse hueco en la sociedad, y ser “un buen alumno”.

 

Me ha parecido “curioso” como el comienzo del programa, aparece la escena del patio, del recreo, donde realmente puedes ver al alumnado, en su “naturalidad”, donde llegan a desprenderse de ese rol de “alumna/alumno”, y como cambian el rol una vez metiéndose en las “oficinas de trabajo”, es decir, en las aulas.

El debate comienza, con un profesor que incita a la clase a reflexionar sobre su juventud o adolescencia, y el primer tema a debatir son los deberes. Las opiniones son múltiples, pero se puede apreciar en la mayoría de ellas, que todas están impregnadas y abstraídas por el sistema en el que estamos inmersos. Algunos opinan que son excesivos, que tanta cantidad no asegura la calidad, además de que hacer tantos deberes para tantas asignaturas no llegan a aprender, no llega a ser productivo para su aprendizaje. Se aprecia la individualidad de materias, como tenemos implantado la diferenciación de asignaturas, (es como si nos/les pusieran una venda para hacer creer que una asignatura no puede tener relación con las demás), cuando lo cierto, o al menos lo que he visto en clases hasta ahora, es más beneficioso, que haya una conexión o compenetración entre ellas, para poder ver los distintos significados y utilidades que puede tener cada una de ellas.

Esta clase nos habla de como el exceso de deberes les quita tiempo libre, o incluso les deja sin tiempo alguno para nada más. La mayoría realizan actividades extraescolares, como deporte, y comentan lo difícil que les resulta compaginar su vida académica con su vida social o extraescolar, algunos tienen que dejar de hacer algo que les gusta o apasiona por atender a la educación formal, a otros ni siquiera les da tiempo a estar con sus padres, incluso para cenar o comer, dejando al margen la educación informal, que en mi opinión es muy importante para su aprendizaje. Las actividades extraescolares a las que acuden la mayoría de estos estudiantes, refleja claramente como los jóvenes tienen interiorizado el paradigma productivo que “intenta comerse” (o casi se ha comido) el sistema educativo, esto se ve en el inglés o el deporte, casi todos ven necesario para su formación y futuro aprender idiomas, en especial, el inglés, que es el que predomina, o practicar un deporte, también como vía de escape para un “futuro mejor”. (Ejemplo: futbolista).

Es impactante ver como la mayoría de la clase, tiene inculcado que hay que realizar actividades y estudiar materias “productivas y útiles para el futuro” (elementos estructurados), que están relacionadas con el mundo laboral al que van acudir años más tarde. Aunque hay excepciones, como actividades artísticas, pero vuelve a reflejarse el peso que da la sociedad a unas actividades o a otras, todo esto, “gracias” al sistema educativo, el ejemplo lo vemos en la chica que le apasiona el teatro, la cual, los padres la quitan de esa actividad para que rinda más en clase, y para su sorpresa, la chica rinde más si no la privan de esa actividad.

Todo esto queda también reflejado en los padres y profesores (no todos) que participan en el grupo de discusión. Se ve las dos posiciones del maestro, por una parte, aquel maestro que manda deberes con el objetivo de que con la práctica externa lleguen a aprender más, por otro lado, aquel que no manda, porque no ve que el objetivo de mandar deberes sea claro, y más cuando no estás de acuerdo ni con los contenidos que se imparten, de hecho, quien mantiene esa postura, opina que el interés del alumnado no están en esos contenidos en sí (conceptual), sino que les interesan temas también más transversales, (un ejemplo es cuando dice este mismo profesor, que sus alumnos tienen más interés en saber por qué Kant era machista, que en saber qué hacía Kant). Y vuelvo a repetir que esto queda reflejado en las madres y padres (por cierto, en el programa solo acuden madres), ya que la mayoría piensa que esa metodología, (la de este profesor), es “buena” pero no efectiva para el mundo al que se enfrentan, se ve el miedo de que sus hijos e hijas no hagan lo mismo que el resto, que no “sigan” al sistema educativo tal y como está estructurado al realizar estas prácticas alternativas, como puede ser el desprenderse de los deberes, (“la inquietud de que lleguen a casa sin deberes”), y es que, el sistema europeo capitalista productivo que tenemos es el que quieren seguir reproduciendo en las escuelas, que vayan a los máximos, dando más importancia a áreas instrumentales que transversales, donde forman trabajadores no ciudadanos. Tengo que decir, que son generalizaciones, ya que no todos los padres piensan igual, según su contexto social o sus vivencias, se decantan más por unos modelos u otros. Según las opiniones de los docentes, los conocimientos que se imparten actualmente son mucho más amplios que los que ellos estudiaban, a pesar de que se estudiase más profundamente y a más temprana edad, me ha parecido curioso resaltar lo que dice el profesor de Filosofía, estas generaciones hemos aprendido que la “diferencia” puede ser una ventaja, algo que es difícil implantar en adultos como los que participaban en el grupo de discusión.

A lo que se refiere el profesor, con conocimientos más amplios, puede reflejarse el conflicto que tiene la educación, por ejemplo, la juventud de hoy en día, tienen más conocimientos digitales, cualquier joven tiene cuenta en una red social, o puede encontrar información más rápido que un adulto (no siempre), pero, ¿qué tipo de información?, tienen más manejo de tecnologías, pero en la mayoría de los casos, carecen de ese sentido crítico que les hace cuestionar todo lo que les ofrecen, es por eso los resultados que obtenemos, como puede ser el ciber-acoso escolar, creer y divulgar todo lo que ven y oyen, la pasividad de conformarse con lo que hay, entre muchos otros.

Se refleja el sentido etimológico más puro de la educación que sería conducir al niño, los docentes, pero en especial, los padres, guían o imponen su camino, es decir cuando el niño, (por ser niño o adolescente) no tiene claro que más quiere hacer aparte de su formación obligatoria académica, los padres eligen por ellos lo que será “más conveniente y útil” para su futuro ya sea de manera consciente o no, como puede ser reproduciendo el sentido común, por ejemplo, al decirle a los hijos que “estudiar es su deber”, “estudiar para conseguir un buen trabajo” o que “es por nuestro bien y que algún día se lo agradeceremos”, cantinela reproducida por muchos años, que se convierten en meras proyecciones de padres a hijos, en las cuales, los hijos que son los protagonistas, quedan al margen.

En el programa los docentes cuentan cómo ha cambiado la sociedad, en concreto los padres, con relación al sistema educativo, como en un principio la educación era dejada a manos de los padres, que más tarde con la aparición del sistema educativo, el peso caía en los docentes y ahora en la actualidad vuelve a darse ese conflicto de intereses entre la comunidad educativa, (docentes, padres y alumnado), como los padres se interesan e involucran más en la trayectoria académica de sus hijos, ya sea por una excesiva información para ellos, hace que cuestionen la profesionalidad de docentes,  por tanto, se contradicen los intereses educativos produciendo aprendizajes poco significativos, acompañado de la creación de unas generaciones que son conscientes pero conformistas y frustradas.

Debo matizar el enfoque de mi reflexión, ya que parece que el foco de esta situación es la misma comunidad educativa, (que influyen también, ya sea de forma reproductiva o de forma “resistente”), pero son una consecuencia más de las causas que producen la misma situación, es decir, tenemos implantada una estructura social y económica a la cual hay que “atender y responder” y que mejor medio o instrumento que la educación, las políticas educativas y los poderes más predominantes se encargan de propiciar el conocimiento oficial, “qué es lo que se quiere y para qué se quiere”, ya lo vimos con la práctica de quien influye en el currículum, al final los verdaderos protagonistas son marionetas que tienen que seguir lo que “ya hay marcado”, repito que no todos, pero sí la mayoría de esta comunidad y la sociedad en un conjunto, ya sea a través de los “poderosos” rankings de educación (dominados por las grandes organizaciones internacionales, ”OCDE”PISA”) a través de las potencias que están en auge (por ejemplo, tecnologías e idiomas), a través del estatus o reputación que tengan los centros, es un sinfín de presiones al que está sometido esta sociedad, donde refleja las expectativas de los jóvenes, las cuales son modificadas por este modelo productivo, donde prima más “estudiar algo que tenga salidas en el futuro que estudiar lo que realmente te apasione” porque dentro de la sociedad no tiene el mismo valor que le puedes dar tú. Es triste escuchar estas opiniones “tan marcadas” de personas tan jóvenes, (y me incluyo), ver como este mercado llamado sistema educativo te pone trabas para hacer lo que te gusta, o aún más difícil cuando quieres retroceder y escoger otro camino, en esto último me apoyo en cómo está estructurado el sistema educativo, algo que bajo mi punto de vista es poco flexible, y con ello causa muchos de los “fracasos escolares”, me refiero a la mezcla de modelos que disponemos, entre un modelo comprensivo y un modelo diversificador, en concreto, a la limitada accesibilidad de distintos campos de estudio. Un ejemplo claro en este país, es cuando llegan a 4º de la E.S.O donde ya tienes que decantarte por un campo, luego pasamos a bachiller, más selectivo aun, tienes que elegir si quieres ciencias, sociales, artes… y yo me pregunto, si una persona de 60 años puede sentirse indeciso con lo que va a comer un día u otro, ¿Cómo personas de 16 años puedes saber ya que es lo que quieren para su futuro?, pero lo mejor no es eso, lo mejor es que una vez que te decidas, si has cometido “el terrible error” de no tener claro que quieres, equivocarte y querer cambiar de rama, el sistema te va a poner muchos obstáculos por el camino, algo clave para la motivación de estos estudiantes.

Otro factor crucial que se une al debate, (aunque estaba inmerso continuamente de forma inconsciente), es la economía, se ve como el alumnado tiene legitimado el sistema clasista y jerarquizado en la sociedad, y eso se refleja en la educación, en unas políticas educativas mercantilizadas, que pretenden potenciar la desigualdad y segregación, para que más tarde se vea reflejado también en la división del trabajo. Pero por suerte, existen profesores que van más allá del currículum establecido, y hacen útiles las características que lo definen, su flexibilidad, su dinamismo y su abertura, es decir, no solo se quedan en lo instructivo, sino que enseña a sus estudiantes ser autónomos, críticos, selectivos, “humanos”, entre muchos otros. Y es que la presión que nos obstruye a través de este sistema, se da en los padres y se transmite a sus hijos, de ahí, en parte, sus preocupaciones y frustraciones por su futuro, de hecho, en el programa el profesor de filosofía les pregunta que como se verían dentro de 25 años, y la gran mayoría describe cosas que pasan en su presente, en su alrededor, por ejemplo, desde tener hijos a tener una hipoteca, (como puede que padezcan sus padres en ese momento), me gustaría destacar como se refleja el “ideal de vida”, o como se refiere una alumna del programa, “la vida perfecta”, de tener una familia con hijos y sobretodo, algo en los que la gran mayoría están de acuerdo, tener un trabajo, independientemente de que le guste o no, estable.

En definitiva, todas las personas implicadas en la educación, (aunque es algo que nos repercute a todas y todos), tenemos una gran misión y labor por hacer, nada fácil por supuesto, pero no imposible. Es importante la unión de todas estas personas que piensan que la educación necesita cambios, y estemos ahí para dárselos en la medida que podamos hacerlo, ya sea a través de manifestaciones, de movilizaciones, de actos de concienciación, o de un modo más directo, si eres docente, a través del aula, está en nuestra mano poder provocar el cambio en ellas, intentar formar un alumnado con valores humanistas, que sepan desenvolverse en situaciones de la vida diaria, que sepan enfrentarse a este mundo competitivo, pero sin competir en él, que dispongan de un sentido crítico que les ayude a detectar lo que intentan vendernos, que nos ayude a darnos cuenta que nos tienen engañados, y para poder ser una persona independiente con autonomía y “libre”. Y vuelvo a repetir que la “solución” está en todos nosotros, en aquellos colectivos donde más repercute este modelo implantado, además de docentes, madres y padres, colectivos de inmigración, de etnias, de familias de distintas clases e ideologías, con activistas, con toda la gente que conforma la comunidad educativa y se ve afectada por este sistema, es una situación complicada para esta comunidad y en su conjunto, para toda la sociedad, pero hay que pensar y no olvidarse que los humanos somos los únicos que podemos construir y darle vida a la educación, por tanto, somos los únicos que podemos provocar el cambio en ella.

“Un adolescente es un explorador reprimido. Quiere descubrir el mundo, pero tiene detrás adultos acojonados”, (Jaume Funes).

 

Iris Crespo Martín.

Diseño, desarrollo e innovación del currículum, 2ºB Pedagogía.